jueves, 30 de mayo de 2013

INTRUSAS


No son las luces del camino que me alumbran las que hubiera escogido para acompañarme en este tramo de mi vida pero ellas han venido hasta mi orilla sin preguntar y aquí están como amigas íntimas que no me dejan ni a sol ni a sombra alumbrando a medio gas mis rincones más oscuros dejando que entrevea apenas una dirección por la que echar a andar sin saber muy bien por dónde se aventuran mis pasos ni si caerán en pozos aún más oscuros que estos en los que me hayo perdida pues la noche ya se ha apropiado de mi día y los ojos se me están volviendo estériles por la poca luz por la sal de mi llanto ya no tan peregrino sino llanto generoso y sabedor de por qué llora y se derrama sin importarle las miradas ni las bocas que preguntan ni el frío de la vida…


Pintura: Antonio  Texto: Edurne

5 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Un texto muy intimista donde el significado está velado por los visillos del lenguaje, pero que no me hace falta descorrer para intuir lo que leo. Estoy contigo y quiero estarlo muy cerca; aquí van mis brazos.

Besos

Humberto Dib dijo...

Solo espero que sea un texto de ficción, pues me ha encogido el alma de pensar que puedas sentirte así.
Un fuerte abrazo.
HD

Myriam dijo...

Hay lágrimas que fluyen y limpian las oscuridades del alma. Creo intuir que en este texto hablas de esas que limpian y descomprimen el corazón.

Un beso, Edurne, estoy de regreso de mi viaje y vengo rauda y veloz a saludarte.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

La vida, en efecto, da frío casi siempre. Un buen ejercicio de estilo.

Edurne dijo...

FRANCISCO:
Intuyes muy bien...
Gracias por tu apoyo y tu cariño.
Besos.

HUMBERTO:
Lamentablemente, así es como me siento.
Besos y gracias!

MYRIAM:
No sé si mis lágrinmas podrán arrastrar todo el dolor...
Gracias por tu visita y tus palabras.
Besos.

PEDRO:
La vida, me está dejando bajo cero en estos momentos.
Gracias, y besos.