¡Mírala, mírala, mírala...
La Puerta de Alcalá.
Ahí está,
ahí está,
viendo pasar el tiempo...
La Puerta de Alcalá!
Pues sí, ahí está, como siempre,
viendo cómo pasan unos y otros, testigo impertérrito de tantos y tantos
sucesos.
Madrid, El Foro, sigue en su
sitio, y aunque yo lleve un año sin escribir y mandar al éter Crónica forera
alguna, ir por Madrid, he ido, y mucho, mucho, mucho… Mis circunstancias han
sido distintas, pero ahora ya vamos recuperando posiciones.
Y por esa razón me he dicho: “¡Venga,
Edurne, date un capricho y escribe unas Crónicas del Foro, aunque sean cortitas…!”
Así que aquí me tienen ustedes, lista para hacer una recapitulación de lo
último de mis paseos por la Capi, de lo anterior ya no merece la pena hacer
reporte.
La Semana Santa en marzo tiene un
inconveniente, que todavía hace bastante frío. Lo bueno, en cualquiera de los
dos casos, en marzo o en abril, es que si tienes suerte y te libras de la
lluvia, puedes aprovechar bastante bien el tiempo de asueto.
Hubo, hubo suerte, solo llovió el
lunes de Pascua a la mañana, al mediodía… El sol lució por lo general
espléndido, y la temperatura fue bastante benévola con nosotros, así que los
paseos se prodigaron. Paseos tranquilos, que no está el horno para bollos, pero
de disfrutar.
El Retiro sigue acogiendo a todo
aquel que quiera perderse un rato entre árboles y gentío de toda clase y
condición. La primavera ya está asomando el morrito, y eso se nota en las ganas
de callejear, de sentarse en las terrazas de los bares y restaurantes,
simplemente por solazarse, por dejarse ver y por curiosear…
De exposiciones y asuntos
culturales, ahora les cuento.
En la Fundación Juan March, están con una buenísima exposición titulada “LO
NUNCA VISTO, de la Pintura Informalista al Fotolibro de Postguerra (1945-1965)”.
Realmente merece la pena. Pienso volver en cuanto pueda, y es que hasta el 5 de
junio estará visible. Además es gratuita. No se la pierdan si es que pueden
acercarse hasta allí.
En La Biblioteca Nacional, y aprovechando el cuarto centenario de la
muerte de Cervantes, hay una muy buena exposición acerca del hombre y del mito.
También la recomiendo encarecidamente. MIGUEL de CERVANTES: de la vida al mito
(1616-2016).
En La Casa de América, como reclamo, nos recordaban que El Inca
Garcilaso de la Vega, 400 años después también
cumplía centenario. Para ello lo celebraban con una exposición: “El
Inca Garcilaso y el nacimiento de la Cultura Mestiza en América”, y diversas
charlas y conferencias. Como es un personaje que, a mi entender, siempre ha ido
a remolque, no por sus pocos méritos, de los “grandes”, pues tenía yo interés
en ver lo que allí había expuesto. ¡Oh, decepción! La exposición consistía en unos
paneles informativos acerca de su vida y obra, y de la cultura mestiza en las
Américas… Me entró una gran tristeza, la verdad, porque todo estaba concentrado
en un pasillo en la parte baja, no había nadie, solo una guarda jurado con un
ordenador. Solitude. Y en el jardín de García Márquez, una pareja de japoneses
sacando fotos a todo lo que se movía y a lo que no. Dentro, todo preparado para
ese evento multitudinario del 80 cumpleaños del Noble Vargas Llosa, acompañado
por su nueva y acartonada pareja, la socialite, Isabel Preysler.
La Real Academias de Bellas Artes de San Fernando, sita en la calle
de Alcalá, alberga muchos tesoros. A mas de las exposiciones temporales, el
Museo de la Academia propiamente dicho es una joyita, ya les digo. Este tipo de
museos, de tanto abolengo, me gustan porque es como respirar la atmósfera de
otros siglos, como oír los pasos de artistas tan geniales que por allí pasaron.
También recomiendo una visita a esta Real Pinacoteca.
¿Y si nos marcamos un cine? Una película dura pero
magistralmente interpretada, más que nada por el niño protagonista, “La
habitación / The Room”. Basada en hechos reales, nos muestra con toda
dureza la adaptación de una madre y un hijo a un cautiverio que tuvo su inicio
con el secuestro de la madre siendo adolescente. La criatura no ha conocido más
mundo que los escasos metros de una caseta de jardín, insonorizada y
herméticamente cerrada… La verdad es que se te ponen los pelos como escarpias,
pero no me arrepiento de haberla visto, a pesar de que no siempre son estos
temas los más indicados para según qué situaciones anímicas…
Los autobuses me dan tiempo extra,
el que no tengo en circunstancias
normales, para poder leer, aunque a veces prefiero oír música, mirar por la
ventanilla o visionar alguna película. El caso es que en esta ocasión he estado
leona.
Terminé “Picnic en Hanging Rock”
de Joan Lindsay, y que me ha tenido
enganchada. Misterio…
Volví a leer “Una
historia crepuscular”, de mi querido Stefan Zweig, una historia cortita acerca del despertar a la vida y
al amor de un adolescente. En cualquier caso, la prosa de Zweig siempre es
bienvenida.
Y he empezado “La
tía Mame”, de Patrick Dennis,
una descacharrante historia llena de gracia, ternura y aventuras alocadas. No
viene nada mal como paréntesis entre tanta pena, ¡caramba!
El lunes próximo, vuelvo a clase
otra vez para encarar el tercer trimestre con el mejor ánimo que puedo, que mucho no es, les digo
sinceramente, yo no me encuentro en mis mejores momentos y todo me cuesta mucho
más, pero…
Prometí brevedad, y creo que he
cumplido. Espero volver a orillear dentro de poco y a explayarme más. ¡Ojalá!
Mientras tanto, ¡Feliz Primavera!
y ¡Feliz Otoño!, dependiendo del hemisferio desde el que se acerquen a
chapotear…
Fotos: Antonio y Edurne. Cartel película: Internet. Escaneado
folletos y Texto: Edurne
3 comentarios:
Una maravillosa crónica llena de cosas. Cómo he disfrutado. Madrid comienza uno de esos momentos del año en los que es más que recomendable visitarla.
Besos.
¡Eso, eso a tomar posiciones!, magnífica crónica y genial que estés de regreso, me alegro un montón y por lo demás, ánimo, fuerza y padelante.
Besos
PEDRO, MYRIAM:
¡Gracias a los dos por acompañarme en este paseo madrileño!
Los paseos urbanos son una delicia. Da lo mismo que sea invierno, primavera,otoño o verano... las baldosas de las calles nos reconocen y aplauden a nuestro paso, ¡jejejeje! Y hay tantas cosas hermosas de las que disfrutar en cualquier vuelta de esquina...
Un abrazo y besos.
;)
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