viernes, 18 de marzo de 2022

LA NIÑA BONITA

 


 

“Quince, quince, años, años, tiene mi amooorrr…” Así cantaban los del Dúo Dinámico a las niñas de quince años. Quince, los que tenía yo ese verano del  75. Qué lejano me queda todo ya.

El caso es que hoy es 18 de marzo de 2022 y esta Orilla, como el título de la entrada indica, es la niña bonita: ¡cumple quince años! Así que a festejar se ha dicho. ZORIONAK, Orillita!

Qué poca chicha tenemos la Orilla y yo a estas alturas de la vida, qué poca… Y eso que lo intentamos, lo de mantenernos a flote, pero es agotador, sinceramente, ¡agotador!

Bueno, cuántas cosas han pasado desde que abrí esta Orilla, y cuantísimas desde mis quince años de la foto. Ahí estábamos aita, ama, Aitor y yo tan contentos sacándonos una foto con el automático de la cámara, pendientes de que ésta no perdiera el equilibrio y cayera a la calle.

Estoy triste, este mundo me tiene acongojada, ya no sé ni qué esperar de él. Se nos ha roto casi todo, y es muy difícil intentar pegar los trocitos, para cuando has encajado una pieza, se te han descolocado tres…

No tengo la vena parlanchina despierta, ya lo siento. Estoy obligándome a escribir esta afeméride, a celebrar este cumpleblog porque soy muy tenaz y no me dejo vencer fácilmente, vamos, no me dejo y no me voy a rendir. Yo sigo caminando, con una mochila cada día más pesada, pero sigo, y no solo por mí, sino por quienes me rodean y sostienen con su cariño, que en realidad son quienes más  me importan.

Hoy estamos de cumple, pues habrá que hacer algo especial, me pondré a pensar a ver si doy con algo que me permita creer que de verdad es un día feliz.

No quiero meterme en disertaciones acerca de lo que nos rodea, ya saben: pandemias, enfermedades, volcanes, guerras, polvos saharianos… Ya tenemos bastante, cada minuto de nuestros días está ocupado por todo este maremágnum de no sé qué conjuros malignos que han puesto nuestras vidas patas arriba. Crisis, el mundo está en crisis, al borde del abismo. Pero he dicho que no voy a caer en el desconsuelo, en la rabia, en el miedo. Hoy, no.

Vengo a darles las gracias a ustedes, a los que han pasado y siguen pasando por esta humilde orilla. Agradezco enormemente su acompañamiento, sus palabras, sus silencios, sus huellas a fin de cuentas. Compartir quince años de nuestras vidas no es poca cosa, al contrario: hemos ido creciendo juntos.  Así que muchísimas gracias de nuevo. Eskerrik asko!

Espero que al año que viene todavía estemos por aquí y podamos celebrar con más alegría.

Cuídense mucho y procuren ser felices con lo que realmente es importante.

¡Celebremos la vida!

Un abrazo más que enorme.


Imagen: De la memoria familiar. Texto: Edurne

 


4 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Se te quiere, preciosura, porque te haces querer. Felicidades por perseverar, por presentar batalla a los rigores de la vida, por aparecer periódicamente y asomar tu cara bonita para que no te olvidemos, por ese retiro silencioso para dedicarlo a quienes te dieron todo, por ti y por todos.
Un fuerte abrazo.

Chelo dijo...

Seguir manteniendo el blog tanto tiempo no es fácil y ,aunque sea con idas y venidas, aquí estamos.
Y como dice Paco, se te quiere porque te haces querer .
Un fuerte abrazo y nos seguimos viendo.

Raquel P.R. dijo...

Felicidades siempre a ti por seguir estando y perseverando, por tu cariño y complicidad. El mundo, siempre cambiante, está desordenado pero siempre hay algo y alguien por lo que seguir peleando. Cada sonrisa merece la pena.
Un abrazo muy grande. Me uno a tu celebración, es un motivo importante.

Edurne dijo...

PACO, CHELO, RAQUEL:
Infinitas gracias a vosotr@s por vuestras palabras, vuestros buenos deseos y vuestro cariño.
Besos y abrazos.
;)