domingo, 13 de enero de 2008

UN DÍA CUALQUIERA


Cuando suenan los ecos de la noche apagada
entre las tibias sábanas de mi amanecida.
Cuando cabalgan remansos de paz
en la frente perdida
de tu noche encendida...
Entonces,
puede ser un día cualquiera,
una sonrisa de tierna factura
que emula la batalla otrora vencida.
Entonces,
timbales y campanas de lejanos ejércitos
son los que gravitan en mi cabeza
durmiente,
bajo el cándido temblor de tu sueño abandonado.
Un día que despierta a la brisa,
al alba de la perezosa y ociosa mañana.
Entonces,
mi mano se perderá entre las tuyas,
y dormida,
en tu nombre quedaré perdida.
Foto: Mayte Texto: Edurne

6 comentarios:

sinver dijo...

Proliferan las poesías en este blog para mi algarabia.
Esta primera te dire que me gusta menos. Crítica sincera ( te invito a darme caña a mi también, sin miedo). Creo que aunque la poesía se presta mas, sin duda, al adjetivo o sustantivo ampuloso y esteta que la prosa, hay alguno de ellos que al menos a mi, un evidente neofito y burricalvo en todo a lo que poesía se refiere, me chirrian. Aún siendo una poesía profunda, y creo entender ( eso ha sido una osadía, más bien creo intuir) lo que quieres decir, hay palabras que te sacan un poco del disfrute que genera la lectura de una buena poesía. Dicho esto con el mayor de los respetos hacia mi poetisa de cabecera.

Edurne dijo...

Don Sinver, no se corte usted, que a mí también me gusta más la otra (todo no puede ser, ya se sabe, a veces nos pasamos y ahí nos quedamos, pero todo se puede mejorar).
Gracias por sus apreciaciones.

Anónimo dijo...

estar un ratito en este blog me tranquiliza??? va a ser que si. pues a mi me gusta eso de perder mis manos entre las tuyas y quedarme dormida, yatedigo!!

Anónimo dijo...

Ya me gusta eso de qu emi orilla tranquiliza!
Pues nada, a chapotear en ella!

Anónimo dijo...

Es una gozada pasear por esta orilla. Tomarse un tiempo para oler a algas y a salitre, recibiendo la brisa y el sol en la cara. Respirar hondo, sentir estos momentos como lo que es: un regalo.
Volveré por aquí más veces.

Edurne dijo...

Pues usted sabe, doña Mayte, que esta orilla, es su orilla, así que espero que se dé más chapuzones por ella...
Un besote muy grande!