viernes, 8 de noviembre de 2013

MALDITAS HORAS MALDITAS


Son esas horas cercanas al alba
las que traen cataclismos y tormentas.
Horas perdidas en un limbo inventado,
oscuro y silente.
Son esas horas  que dicen extrañas
las que encienden miedos y temblores,
las que envuelven con frío rocío
el despertar de una nueva mañana.
Horas malditas,
acreedoras de sueños desnudos,
horas de palabras jugando al escondite
con mudas bocas llamando:
–un, dos, tres…–
Son esas horas en las que la tierra se acaba,
el mundo se rompe
y en el pozo de la nada caen cenizas
de ayeres sin presente.
Hoy huele a dolor,
el aire está infestado de ayes y lamentos,
la lluvia limpia las horas sin nombre
y deja tras de sí el gris rastro
de un llanto
ya muerto,
ya seco…



Pintura: Antonio  Texto: Edurne

13 comentarios:

Elena dijo...

Cuánto dolor Edurne, créeme si te digo que conozco ese dolor del que hablas, y hasta me vuelve a doler.

Hermoso poema a pesar del dolor.
Dolor... dolor... dolor y espera.

Un beso Edurne.

Elba dijo...

Abrazo y beso... y siempre abrazo

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola Edurne!
Unas letras estas atormentadas, tanto que al final dejan el dolor en lagrimas secas, en triste agonia.
En recuerdos...

Salud y fuerza.
J.M. Ojeda.

Noesperesnada dijo...

Dice Sara Cohen, en El silencio de los poetas, a proposito de un poema de Pizarnik, que "es dificil interrogar la historia de las pasiones porque remiten a un vacío, es decir, no hay historia factible de ser interrogada, hay arrebato pasional."

Francisco Espada dijo...

Es el tiempo de la sequedad, del vacío, del sinsentido de la espera desvelada; pero todo tiene un sentido último aunque ahora no podamos comprenderlo. ¡Qué bien sabes construir con las palabras!
Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Espero que hoy no te duela tanto.
Me llevo un poco de tu dolor.

Besos.

Myriam dijo...

Un fuerte, fortísimo abrazo, Edurne.

Asun dijo...

Edurne, zer esan! Hitzek ez dute sufrimendua kentzen.
Beraz besarkada bero bat bidaltzen dizut behintzat gaueko hotz horiek berotzen laguntzeko.

Musu handi bar

Humberto Dib dijo...

Un texto que duele, Edurne, lo sentí en el alma.
Por cierto, la elección de la imagen fue un hallazgo.
Un fuerte abrazo.
HD

Felipe Tajafuerte dijo...

Un precioso poema, un tanto amargo, pero precioso. Un saludo desde mi mejana

Edurne dijo...

Realmente están siendo malditas horas malditas, pero todas!

Gracias a tod@s por pasar y dejarme vuestras palabras de aliento.

Un abrazo!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Esas horas son, exactamente, la frontera de la supervivencia.
Besos.

Edurne dijo...

PEDRO:
Esas mismas...

Un beso!
;)