CUMPLIR AÑOS
Cumplir
años siempre ha sido uno de esos momentos de la vida que más me han gustado.
Era emocionante empezar a descontar los días que faltaban para el 7 de
diciembre: dos meses, cincuenta días, tres semanas, diez días, cinco días…
¡Y
de pronto, aquí estamos, en nuestro maravilloso 7 de diciembre!
Hoy
hace 62, ¡sesenta y dos!, años que me asomé a este mundo junto a la Ría de mis
amores. Llovía, diluviaba más bien, disculpa perfecta para justificar el que sea
de lágrima más que fácil.
Nunca
me había parado a pensar en la edad a tan largo plazo, para mí decir que alguien
tenía cuarenta ya era como… ¡Uffff, Matusalén! Y ya ven, supero de sobra ese
límite. Y encima me quiero apuntar a unos cuantos más. No me importaría que fueran 30… De hecho, mis
abuelas fueron nonagenarias de largo, mi tía Maisa cumplió hace una semana 84 y
tan ricamente, mi tía Bego entrará de lleno en los 91 dentro de dos meses con
una pinta excepcional, y mi ama ahí está, a pesar de los traspiés de estos últimos
años, pero con 88 largos. Los genes ya los tengo.
El
caso es que llego como llego, pero llego, que es lo importante. Así que por hoy
voy a dejar a un lado las penas y las preocupaciones, voy a alegrarme de seguir
guerreando y de mantener a las personas importantes de mi vida a mi lado.
Pediré salud, que es lo principal para seguir adelante. El cariño ya lo
tengo, y el dinero, pues bueno, no me importaría un pellizquito de esos que
trae el azar navideño para poder solucionarle la vida a más de un@…
Quisiera
que este mundo que nos rodea fuera distinto, ya me entienden todos ustedes sin
que me detenga en explicaciones.
Quisiera…
Pero tenemos lo que tenemos. Seguiré poniendo mi granito de lo mejor que tengo
para que las cosas sean mejores, más fáciles para quienes realmente lo
necesitan.
Y
me van a permitir que me dé un achuchón y me felicite por ser como soy. La
verdad es que no me cambiaría por nada ni por nadie, me gusto y me quiero.
Espero estar a la altura de lo que yo misma espero de mí.
Levanto
mi copa por la que suscribe y por todas las mujeres: las que conozco y me acompañan, y las
que no conozco pero sé que están, que son.
También
la levanto por todos los hombres que han formado y forman parte de mi vida, y aquí me sale sola una
palabra: AITA, mi aita al que tanto me parezco y al que añoro cada día como
nadie sabe…
Sesenta
y dos años son muchos años ya. ¡A seguir caminando!
Y
muchísimas gracias a tod@s l@s que me acompañan por esta Orilla desde hace
tanto tiempo. Mil gracias por ser y por estar.
Txin-txin!
ESKERRIK
ASKO!
Foto:
Antonio. Texto: Edurne.
7 comentarios:
¡Feliz cumpleaños, fermosura! ¿Sabes qué me ha pasado? Al leer el título he pensado en la obra de Julio Cortázar, "62 modelos para amar". ¿En qué estaría yo pensando?
Todavía una jovenzuela, Edurne, una chiquilla en plena madurez. FELICIDADES.
Un abrazo.
Feliz cumpleaños y, con esos años aún eres muyyyyy joven que te lo digo yo. Un fuerte abrazo y que nos sigamos viendo por aquí muchos más años. Un fuerte abrazo.
Zorionak¡¡ Edurne. Que la vida te traiga muchos días para agradecer.
Muy feliz cumpleee! pues muy bien llevados los 62 ,yo tengo 48 y me he descuidado bastante pero lo estoy solucionando,te deseo que todo lo que pides y más llgue a tu vida,mucha salud por sobre todo,un abrazo grande
ESKERRIK ASKO! por tu cumple, aunque un poco trade
pero las felicidades te las deseo para cada día del año hasta el próximo 7 de Dic.
Yo me jubilé a los 62 y me la paso genial desde entonces.
Muy Feliz Navidad para ti y los tuyos y que el 2022 esté lleno de alegrías y salud.
Por trabajo, he estado alejado de este mundo de los blogs y eso me ha impedido venir a celebrar contigo tu cumpleaños y a levantar esa copa contigo. ¡Salud y sigamos!
Feliz Navidad.
Infinitas gracias a tod@s.
Un abrazo enorme.
:)
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